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Veamos los principales problemas a los que nos enfrentamos cuando hablamos de sobriedad digital:

Algunos de los problemas con los que se pueden encontrar las empresas son:
1) La sobriedad digital no es un problema exclusivo del departamento de IT, sino de todos los departamentos (IT, Compras, RRHH, Finanzas, Marketing, etc. ), desde la alta dirección hasta todos los usuarios. Para ello es necesario formar a todo el personal y sensibilizarlo sobre el tema.
2) La dificultad de medir la huella medioambiental de las tecnologías digitales. Si no se obtienen datos fiables y cuantificados de los proveedores (nube y fabricantes) es difícil evaluar la huella de carbono.

Por desgracia, la tecnología digital sostenible no siempre se basa en las políticas de la organización, lo que permitiría identificar y contrarrestar los problemas planteados. Asegúrate de que tu organización cuenta con una directriz de reciclaje y formación de mejora constante.

Otro ejemplo de un problema que debes abordar como organización es el de la transmisión de vídeo. En 2018, el videostreaming representó más del 60% del flujo total de datos de internet y al menos 1/5 de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo digital, lo que significa que produce la mayor parte de la contaminación de internet. En Francia, el mercado del vídeo a la carta crece actualmente a un ritmo del 15,6% y cuenta ya con más de 8,3 millones de abonados.

Cuando hablamos del problema del video streaming, y del video a la carta, en lo que concierne a nuestra empresa (no solemos ver Netflix y YouTube en el trabajo) - es la videoconferencia. Pero comparado con los desplazamientos que requieren las reuniones presenciales, la videoconferencia es mucho más sostenible que un viaje a una reunión en otro país.
El reto de un proyecto digital es encontrar el mejor equilibrio entre Personas - Planeta - Beneficios.

Un ejemplo:

• Tren: 1 kilómetro recorrido contamina 0,044 kg de CO2
• Avión: 1 kilómetro recorrido contamina 30 veces más que 1 kilómetro en tren (unos 1,32 Kg)
• Videoconferencias: una hora de videoconferencia (por ejemplo, una reunión en Zoom) emite unos 150 gramos de CO2

Los dispositivos digitales de los individuos se perciben cada vez más como una extensión de sí mismos, lo que hace aún más problemática la conciencia de estos impactos. Los vemos como una parte importante y fundamental de nosotros y de nuestras vidas, por lo que esto lleva a subestimar las consecuencias y el impacto. Uno de los mayores problemas sobre la huella de carbono son los 38.000 millones de dispositivos digitales que hay actualmente en el mundo.
Una buena práctica dentro de tu empresa puede ser alargar la vida de varios dispositivos o darles una "segunda vida".

En general, se trata de adoptar, individual y colectivamente, nuevos comportamientos de consumo: apagar los equipos de red fuera de las horas de trabajo o alargar la vida de los equipos en un contexto en el que se fomenta el trabajo a distancia. Y, en el futuro, cuando el trabajo a distancia sea una nueva orden de gestión para las organizaciones...
Por tanto, debemos ser más conscientes del impacto digital y actuar en consecuencia.